lunes, 12 de octubre de 2015

Daurin Muñoz es un ejemplo de dignidad, por tanto no debe ser sancionado

Aunque para algunos pudiera ser una decisión lógica, nosotros entendemos que la jefatura de la Policía Nacional acaba de cometer una injusticia y un atropello a la dignidad de todos sus miembros al ordenar el encarcelamiento del raso Daurin Muñoz, quien tuvo la valentía de colocar un video en las redes sociales denunciando los “sueldos cebolla” de los agentes policiales y poniendo en evidencia los métodos trujillistas que aún existen en esa entidad.

La Policía ordenó prisión contra el raso Daurin Muñoz. Un abuso descomunal. Luego fue puesto en libertad mediante un recurso de Hábeas Corpus y le fue entregado a su hermana, quien es oficial de la Policía Nacional. Daurin fue detenido en una celda del palacio de Justicia de la Ciudad Colonial. En realidad, la Policía Nacional debió reconocer la valentía de ese agente, que con soltura e inteligencia puso en evidencia que la reforma policial no depende de los actuales métodos trujillistas, que aún están vigentes, y que consisten en el insulto a la inteligencia y la dignidad de los agentes, y que esos métodos draconianos sobreviven en el poder que tienen los oficiales superiores, quienes pisotean sin razones la dignidad de quienes están por debajo de ellos.

Cinco limitaciones del relato Danilo Medina

Desde su primer día de gobierno, Danilo Medina deslumbró a gran parte de República Dominicana. Su práctica y su comunicación gubernamental continuaron el relato de la campaña, un relato centrado en la gente y en políticas públicas para hacer justicia social: eliminación del analfabetismo, renegociación del contrato con la Barrick Gold, construcción de escuelas por doquier, estancias infantiles, atención del campo, flexibilización del crédito a sectores productivos, entre otras.

Temprano, cualquier ojo bien abierto pudo advertir que las visitas sorpresas eran una campaña política extendida, la propaganda de un presidente-gobierno “cercano, frugal y de amor al prójimo”, que se levantaba sin tropiezos sobre el cadáver de un leonelato presentado de forma indirecta como corrupto, ineficiente y entreguista. La comparación con Leonel y su hundimiento fue el globo utilizado por el danilismo para alzarse triunfante sobre toda la inmundicia que connotaban y aún connotan las siglas del Partido de la Liberación Dominicana.

El tropel del danilismo avanzó en medio de la ruptura anunciada del PRD y de las luchas internas que le precedieron.