Leonel Fernández, ex presidente de la República, destinó 100 millones de pesos para repartir canastas navideñas.
Su equipo político y logístico lo llevó a Santiago, donde se hizo la primera entrega, y el acto se convirtió en una vergüenza, por la desorganización, la violencia y la forma desaprensiva e inhumana en que se entregaron (en realidad se lanzaban al aire para que fueran recuperadas) las canastas.
Destinar una cantidad de dinero como esa para entregar canastas, que matan el hambre por un día, es un acto de clientelismo, incluso cruel, de quien lo patrocina.
Fernández tiene derecho a promover sus aspiraciones. Es político. Ha sido tres veces presidente, y la sociedad dominicana sigue siendo profundamente hambrienta, como se pudo ver en las imágenes de la entrega de canastas en Santiago.
Ni siquiera el gobierno debe sentirse orgulloso de distribuir canastas en navidad, porque es el reconocimiento del fracaso del Estado para eliminar el hambre y la miseria ancestral de la sociedad.
Con clientelismo como este no se resuelven los problemas.
Tomado de acento.com.do
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos saber sus comentarios bajo la etiqueta de Anónimo, no olvide su nombre y su correo electrónico al final del mismo. Sin nombre y sin correo electrónico no publicaremos comentarios. Absténgase de comentarios ofensivos e inapropiados.
El Administrador.