sábado, 25 de abril de 2015

Al PRM, a propósito de su convención

Este domingo 26 de abril el PRM celebrará su convención para elegir su candidato presidencial. Dentro de la oposición, se trata del único proceso democrático de elección de un candidato presidencial, lo cual constituye un mérito que debe reconocerse. Otros partidos de la oposición, a pesar de sus atractivos, se proyectan como proyectos personalistas.

Ahora bien, en la convención del próximo domingo, el PRM se juega el todo por el todo. Este partido nació como un intento de rescatar el legado de la militancia perredeista, que con sus luces y sombras ha sido un actor importante en el proceso de democratización en nuestro país por los últimos 60 años. Sin embargo, hay que reconocer que algunos de los actuales dirigentes del PRM han sido parte del tipo de prácticas arbitrarias y patrimonialistas que llevaron a la destruccioón del PRD. Así, el domingo, el PRM tiene que decidir entre un pasado lleno de errores y arbitrariedades, y un futuro incierto, pero prometedor.



En varias ocasiones, desde este medio hemos señalado que la precandidatura de Hipólito Mejía encarna un liderazgo desgastado, desautorizado y autoritario. No olvidemos que en 2002, Mejía se embarcó en un fracasado intento reeleccionista para lo cual recurrió a prácticas autoritarias dentro del PRD para imponer su voluntad. De igual forma, las encuestas más recientes demuestran que el liderazgo de Mejía va en decadencia, y que no tiene posibilidades reales de llevar a la oposición a una victoria en el 2016. Mejía, aparece ante la percepción cada vez más generalizada como un candidato del pasado.

Por el contrario, Luis Abinader se presenta como el precandidato del PRM con mayores posibilidades de crecimiento, en la medida en que proyecta un futuro más abierto. En ese sentido, exhortamos a la militancia del PRM a votar por Abinader en la convención del domingo, para superar el conservadurismo y el caudillismo representados por Mejía.

La militancia y los dirigentes del PRM están desafiados a una lectura detallada del momento. Frente al proyecto continuista del PLD, la oposición necesita actuar unificada. Hipólito Mejía, por más que se quiera, no tiene posibilidad de jugar el rol que se requiere para articular un proceso de convergencia de la oposición porque es una figura rechazada en varios actores y sectores importantes de la sociedad dominicana. Abinader, en cambio, no solo tiene mejor aceptación en la sociedad en general, sino que ha hecho esfuerzos concretos para acercarse a otros actores sociales y políticos en aras de construir la gran unidad democrática opositora. Así, mientras Abinader podría convertirse en líder de la oposición, Mejía, al ser percibido como más de lo mismo, no tiene arrastre fuera del PRM.

Proyecto continuista

Uno de los principales aspectos del legado perredista, encarnado en el liderazgo de Peña Gómez, ha sido la lucha contra el continuismo, en la medida en que este representa una traba para el avance democrático en nuestro país. El continuismo ha sido una presencia constante en nuestra sociedad desde los albores de la República, y siempre ha estado atado a proyectos de enriquecimiento personal, corrupción, autoritarismo y abuso de la función pública.

Para enfrentar el proyecto continuista del PLD, no basta con “bajar” una línea a los legisladores del PRM, sino que es necesario un proceso de movilización de la ciudadanía, y el PRM tiene mucho que aportar en ese escenario. Al mismo tiempo, es importante, superar la dualidad Leonel/Danilo. Para esto la movilización ciudadana debe orientarse hacia una nueva agenda política distinta a la promovida por el PLD. No le “hagamos el coro” al gobierno, plantémosle cara señalando que lo que el Congreso Nacional debe discutir de urgencia es el fortalecimiento del marco institucional de cara al proceso electoral que se avecina: i) Ley de partidos y electoral que regule el financiamiento y la publicidad de los partidos; y, ii) Remoción y sustitución de los miembros de la JCE y las Altas Cortes. Más allá, la sociedad demanda de urgencia un reajuste salarial, un plan de emergencia de creación de empleos y una reformulación de la política fiscal para enfocarla en redistribución de la renta y mejora de los servicios públicos.

La coyuntura política actual interpela a todos los partidos de oposición ¿Cuál es el paradigma de gobierno que proponen para la sociedad dominicana del siglo 21? ¿Qué lugar les reservan a los actores sociales? ¿Cómo proponen enfrentar las desigualdades y conflictos sociales que agobian al país? El PRM debe aprovechar la coyuntura de su convención para responder con contundencia.

tomado de nuestrotiempo.com.do

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