El Estado y empleados hoteleros son víctimas de una vulgar estafa
Por las hijas de una dominicana casada con un extranjero, cuyas hijas
disfrutan de nuestras bellas playas, sobre todo cuando en su país de origen hace
un frío que cala los huesos, nos hemos enterado de una mala práctica que
ejecutan, en su gran mayoría establecimientos regenteados o de propiedad de
extranjeros, al cobrar en efectivo las cuentas de las consumiciones, bajo el
alegato de que el “verifone”, es decir, el aparato por el cual se pasa la
tarjeta de crédito para el cargo, está dañado o la línea está fuera de
servicio.
Lo peor del caso, es que obligan a jovencitas extranjeras no muy duchas en el idioma a altas horas de la noche, a trasladarse con un empleado del establecimiento, para que vayan a un cajero automático y saquen dinero efectivo para el pago de la cuenta. Esto es insólito, ya que las que me hicieron la denuncia me expresaron que a ellas no les gusta andar con dinero en efectivo por los robos y asaltos tan comunes últimamente. Además, que una vez de vuelta al establecimiento, no les suministraron un comprobante en el cual se incluía el 18% del ITBIS, ni tampoco el 10% para gratificación a los camareros. Esto significa, que el Estado Dominicano y los empleados son víctimas de una vulgar estafa, sin que hasta ahora nuestros inspectores del Ministerio de Turismo tomen las medidas de lugar para acabar con esta nociva práctica.
En los países turísticos que hemos visitado, las compañías que rinden el servicio de tarjeta de crédito exhiben en lugar bien visible el tipo de plástico que aceptan y las compañías que garantizan el cobro. Generalmente la más aceptada es Visa, pero también Mastercard, American Express, CarteBlanche o Dinners. Esto significa, que están obligadas a aceptar el pago cuando estas tarjetas están vigentes y se comprueba que tienen fondos, so pena de poderse entablar una demanda en caso de su no aceptación.
Otra mala costumbre que tienen ciertos establecimientos cuyos propietarios tienen como se dice vulgarmente “malas mañas”, es pretender cobrar hasta un 5% del consumo si el cliente paga con una tarjeta de crédito. Esto es ilegal, porque el cliente ha versado de antemano una suma determinada anual por poseer la misma y se sobreentiende que es para utilizarse cuando en la ocasión no se tiene dinero efectivo a mano.
En una ocasión en un país africano, el hotel en que nos hospedamos nos conminó a pagar en efectivo, so pena de agregarnos un 5% a la cuenta si lo hacíamos por tarjeta de crédito. Como el propietario insistió, le expresamos que nos quejaríamos con su factura de cobro a la sede de Visa Internacional. Él pensó que eso no funcionaría. Sin embargo, unas semanas después, recibimos la respuesta en la cual nos manifestaban que habían decidido cancelarle a ese hotel la licencia como receptor de facturas que la compañía debía honrar.
Hemos aconsejado a varias personas a las cuales les ha sucedido que un establecimiento los obliga a pagar en efectivo, que si el comercio tiene visiblemente el distintivo de las tarjetas que aceptan, no admitir la excusa del verifone dañado o línea fuera de servicio. Ese es su problema y para eso existe, como se hacía anteriormente, el llenado de los “vouchers” a mano. Estos no sólo tienen el mismo valor, sino que puede ser comprobada la provisión de fondos, mediante llamada telefónica.
Como pululan los asaltos y los bribones que ponen trampas en los cajeros automáticos, no es aconsejable que jóvenes se dejen embaucar por propietarios extranjeros inescrupulosos, que aparte de engañar al fisco, ponen en riesgo la integridad de las personas que van a altas horas de la noche a sacar dinero efectivo de los cajeros automáticos. Es hora, primero que el Ministerio de Turismo tome cartas en el asunto, y segundo, que cuando se denuncie casos similares como el que hemos narrado, se tomen medidas drásticas y hasta el cierre del establecimiento comercial. Con medidas como estas, serán mucho(a)s las que evitarán ser asaltado(a)s.
Lo peor del caso, es que obligan a jovencitas extranjeras no muy duchas en el idioma a altas horas de la noche, a trasladarse con un empleado del establecimiento, para que vayan a un cajero automático y saquen dinero efectivo para el pago de la cuenta. Esto es insólito, ya que las que me hicieron la denuncia me expresaron que a ellas no les gusta andar con dinero en efectivo por los robos y asaltos tan comunes últimamente. Además, que una vez de vuelta al establecimiento, no les suministraron un comprobante en el cual se incluía el 18% del ITBIS, ni tampoco el 10% para gratificación a los camareros. Esto significa, que el Estado Dominicano y los empleados son víctimas de una vulgar estafa, sin que hasta ahora nuestros inspectores del Ministerio de Turismo tomen las medidas de lugar para acabar con esta nociva práctica.
En los países turísticos que hemos visitado, las compañías que rinden el servicio de tarjeta de crédito exhiben en lugar bien visible el tipo de plástico que aceptan y las compañías que garantizan el cobro. Generalmente la más aceptada es Visa, pero también Mastercard, American Express, CarteBlanche o Dinners. Esto significa, que están obligadas a aceptar el pago cuando estas tarjetas están vigentes y se comprueba que tienen fondos, so pena de poderse entablar una demanda en caso de su no aceptación.
Otra mala costumbre que tienen ciertos establecimientos cuyos propietarios tienen como se dice vulgarmente “malas mañas”, es pretender cobrar hasta un 5% del consumo si el cliente paga con una tarjeta de crédito. Esto es ilegal, porque el cliente ha versado de antemano una suma determinada anual por poseer la misma y se sobreentiende que es para utilizarse cuando en la ocasión no se tiene dinero efectivo a mano.
En una ocasión en un país africano, el hotel en que nos hospedamos nos conminó a pagar en efectivo, so pena de agregarnos un 5% a la cuenta si lo hacíamos por tarjeta de crédito. Como el propietario insistió, le expresamos que nos quejaríamos con su factura de cobro a la sede de Visa Internacional. Él pensó que eso no funcionaría. Sin embargo, unas semanas después, recibimos la respuesta en la cual nos manifestaban que habían decidido cancelarle a ese hotel la licencia como receptor de facturas que la compañía debía honrar.
Hemos aconsejado a varias personas a las cuales les ha sucedido que un establecimiento los obliga a pagar en efectivo, que si el comercio tiene visiblemente el distintivo de las tarjetas que aceptan, no admitir la excusa del verifone dañado o línea fuera de servicio. Ese es su problema y para eso existe, como se hacía anteriormente, el llenado de los “vouchers” a mano. Estos no sólo tienen el mismo valor, sino que puede ser comprobada la provisión de fondos, mediante llamada telefónica.
Como pululan los asaltos y los bribones que ponen trampas en los cajeros automáticos, no es aconsejable que jóvenes se dejen embaucar por propietarios extranjeros inescrupulosos, que aparte de engañar al fisco, ponen en riesgo la integridad de las personas que van a altas horas de la noche a sacar dinero efectivo de los cajeros automáticos. Es hora, primero que el Ministerio de Turismo tome cartas en el asunto, y segundo, que cuando se denuncie casos similares como el que hemos narrado, se tomen medidas drásticas y hasta el cierre del establecimiento comercial. Con medidas como estas, serán mucho(a)s las que evitarán ser asaltado(a)s.
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