Por César Núñez Jáquez
Vemos con mucha preocupación los planes continuistas del partido que actualmente controla todas las instancias gubernamentales, debilitando nuestra democracia y eventualmente privando al país del correcto funcionamiento de sus instituciones. La manera de cómo han ido logrando estos siniestros planes aleja a la cúpula del PLD de los principios de su fundador el Profesor Juan Bosch, recordemos algo que este dijera: “ningún pldista iría al gobierno para hacerse rico”. En la práctica ha sucedido todo lo contrario. Desde el 1996 hemos visto cómo la corrupción ha sido la norma en los gobiernos morados, llevando a muchos miembros de esta organización política de personas con apenas recursos para sobrevivir a poseedores de cuantiosas fortunas las cuales no tienen honradamente como justificar.
El plan continuista sigue en marcha, Leonel Fernández proclamó que a partir del 2016 la corporación económica que él dirige gobernará por 20 años. Danilo Medina se encuentra realizando su aporte para tratar de alcanzar tan macabro propósito en contra de la República Dominicana, ya lo dijo: “no tirar piedras hacia atrás”. El Señor Medina apadrina la impunidad, fomenta la corrupción entre sus compañeros de partido. Penosamente vemos cómo sectores de la oposición también realizan esfuerzos para que continúe el robo y la falta de justicia en el país. Miguel Vargas Maldonado claramente ha intentado mantener al PRD silenciado en su rol de opositor al gobierno, uno de sus últimos intentos ha sido amurallarse detrás de barrotes en la Casa Nacional del partido blanco, tal parece que el favor recibido del presidente del PLD en las diferentes cortes no le ha sido suficiente.
Ante esta cruda realidad coincidimos con importantes sectores de la vida nacional, como Ciudadanos y Ciudadanas por la Democracia, en el sentido de que debe efectuarse una convergencia de todos y cada uno de aquellos que entendemos que el país se encuentra secuestrado por un grupo que no oculta sus reales intereses: servirse de los recursos públicos para sus beneficios personales y al mismo tiempo, al controlar los estamentos del gobierno agenciarse la impunidad necesaria para evadir la justicia y no pagar sus deudas con la sociedad. ¿De qué otra manera podría explicarse que la querella presentada por Guillermo Moreno en contra de Leonel Fernández y su Funglode no haya siquiera recibido la justa atención?
Los sectores que formamos la oposición al gobierno debemos unir esfuerzos para de esta manera poder combatir eficazmente las pretensiones de la corporación pldista de continuar saqueando los recursos que son de todos. Evidentemente han mostrado su arrogancia y lo peor aún su falta de respeto hacia quienes suplen los recursos al gobierno, los contribuyentes. Se deben trazar estrategias comunes bien planteadas y donde cada actor de la oposición juegue su rol de manera seria y responsable. Si logramos unificarnos en los puntos coincidentes sólo tendremos un ganador, toda la población.
Pero para ello debemos elevar alta nuestra voz y no parar de denunciar. ¡No callar nunca!
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