Melvin Mañón
15 millones de dólares graciosamente “prestados” por el Banco de Reservas (para los lectores extranjeros este banco es propiedad del Gobierno Dominicano) a Miguel Vargas, “presidente” del PRD (también para los lectores extranjeros, el principal partido de oposición) 19 días antes de las elecciones de 2012 hieden mucho. Casi 600 millones de pesos a una tasa de cambio de 40 pesos por dólar estadounidense hieden demasiado, desbordan la tapa de la cloaca y nos revelan un tramo de esas elecciones fraudulentas de 2012.
Aunque medio país está convencido de que Vargas ha cobrado sumas mayores por el servicio prestado todo el mundo agradece que se haya documentado, al menos, una de las transacciones. Pero las autoridades sanitarias, que heredan la situación creada por la ausencia del poder judicial, no hacen caso de las denuncias a pesar del costo aterrador que tiene la situación para la población dominicana.
Pero hay más.
El dinero empleado por el PLD para comprar los jueces también saldrá a la luz pública. Es solamente asunto de tiempo. La conducta de la JCE en la persona de Roberto Rosario y otras instancias judiciales es producto de compromisos y obligaciones contraídas. En el ámbito que opera esta gente, todo se hace por dinero y repito, es solamente cuestión de tiempo. La gran prensa puede seguir pretendiendo que estas cosas no sucedieron, pero la sociedad sabe perfectamente bien lo sucedido aunque no maneje todavía los detalles
Una facción de legisladores peledeistas en un gesto risible, si otra fueran las circunstancias, denunció el papel del gobierno a favor de candidatos supuestamente danilistas y tampoco se investiga nada.
Durante varios años, periodistas e investigadores, políticos, intelectuales, dominicanos y extranjeros han denunciado y documentado numerosos abusos, actos de corrupción, ilegalidades de todo tipo. Ni una sola de esas denuncias ha sido debidamente atendida. Ni un solo funcionario ha sido investigado por no decir, acusado, sometido, destituido o de cualquier manera responsabilizado. El poder judicial no ha sido poder ni ha hecho justicia. Ha permanecido sordo, arrogante, ajeno y cómplice.
No hay justicia. Está claro. No hay que argumentar. Lo que antes fue un problema judicial, se ha convertido, por inexistencia de instancias capaces, en un problema sanitario. Repleta de excrementos y desperdicios, bloqueados los desagües e inundado todo el sistema de sépticos y alcantarillados, la cloaca en que se ha convertido la sociedad dominicana hiede, apesta, ofende y se desborda.
En este entorno hay dos precisiones que hacer:
1ro.- La denuncia no inhibe la conducta delictiva del PLD y por tanto, no importa cuanto hieda y apeste la cloaca desbordada, sin acciones de masa, iniciativas legales nacionales e internacionales y sin hacerlos asumir el costo correspondiente, no habrá cambio.
2do.- Hay muchos que oponen Leonel a Danilo y viceversa. Juzgan a uno con mas severidad que al otro. Debo aclarar que aunque esa oposición fuera cierta, aunque hubieran dos cabezas, existe un solo PLD, una sola cultura depredadora y un solo interés estratégico: seguir en el poder.
No hay una sola pieza de información ni accionar del gobierno ni del partido de gobierno que desmienta esa realidad.
Tomado de acento.com.do
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