domingo, 5 de octubre de 2014

En Alemania igualito que aquí

Por JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS

La semana pasada encontrándonos en España, un buen amigo asturiano me tenía guardada una página de periódico, una de ellas tenía este singular título; “Ministros de sofá-cama”. Le expresé que no existiendo similitud entre nuestros políticos, legisladores, alcaldes, regidores y funcionarios públicos asalariados, iba a parangonar la situación que se presenta en la República Federal de Alemania y la República Dominicana.

El primer ejemplo lo constituye Henryk Wichmann, diputado por Brandemburgo, el cual pertenece a la Unión Cristiana Demócrata (CDU), el mismo partido de la Canciller Ángela Merkel. Como habita en Lychen a dos horas en automóvil del parlamento regional, debe pasar entre seis y ocho noches al mes cerca de su despacho. La dieta de este paradigma de austeridad alemán es de apenas 243 euros mensual y, para ahorrar, se queda a dormir en un albergue juvenil de Potsdam, en donde paga 31.50 euros incluyendo el desayuno. Esta acción comedida la ejecuta con la finalidad de ajustarse a su presupuesto, ya que tiene cuatro hijos entre uno y diez años de edad.



Este legislador equivocó el país para ejercer sus funciones. Debió haberse postulado en nuestro país, en donde cualquier legislador tiene a su disposición un vehículo con escolta militar, un despacho con secretaria y ayudantes incluidos y la dieta por una sesión es superior a lo que recibe el alemán en un año. Además gozaría de la exoneración de dos vehículos, y cuando deba alojarse en la ciudad se instalaría en un hotel de al menos cuatro estrellas, todo esto a costa de los “pendejos contribuyentes”.

Hay varios ministros que han adoptado habitaciones modestas al lado de sus despachos para ahorrarse el traslado desde sus casas hacia el trabajo. Uno de ellos es la Ministro de Defensa, Úrsula von der Leyen. No obstante poseer una preciosa casa familiar que comparte con su marido y el más pequeño de sus siete hijos, alquila la denominada “habitación de paso”, para no descuidar sus funciones y perder tiempo en el traslado desde su casa al despacho. Lo sorprendente de esta súper ministro es que su habitación solo tiene 7,4 metros cuadrados.

Piensan ustedes que un Ministro de la Armada Dominicana, con un mando de tropas y pertrechos inferior a mil veces el alemán pernoctaría o podría conformarse con una habitación de tal dimensión. Por supuesto que no. Lo primero es que la escolta, los taconeos, saludos y asistentes, superan con creces el accionar de la modesta y recatada Ministro alemana, que antes de las ocho de la mañana ya se reúne con sus colaboradores después de haber repasado la prensa nacional y la internacional, además de mantener contactos con las tropas alemanas que se encuentran prestando servicios en otros países, reservando su vida familiar para los fines de semana.

Asimismo, el titular de Justicia, Heiko Maas, y la titular de Empleo, Andrea Nahles, han convertido sus despachos en oficina-dormitorios para ahorrarle al pueblo alemán, gastos y estipendios que ellos consideran innecesarios y que con patriotismo se los puede ahorrar a favor de una pujante Alemania.

Sería dable plantearle al Ministro menos influyente del Consejo de Ministros y otros funcionarios del Poder Ejecutivo, si ellos estarían en disposición, no de ahorrar en cuanto a sus desplazamientos, sino en las jugosas dietas, restaurantes y hoteles que se gastan y despilfarran para venir a una sesión de apenas dos horas.

Hay muchos casos más que debido al reducido espacio no podemos señalar, sin embargo, ahora nos vamos a referir al más increíble. La Canciller alemana Ángela Merkel cónsona con el espíritu espartano de los funcionarios alemanes de ahorrarle al Gobierno gastos superfluos e innecesarios, vive en Berlín en un apartamento en una tercera planta sin ascensor. Esta extraordinaria mujer, considerada la más influyente de su clase en el mundo por ser la que dirige la tercera economía mundial, es el mayor referente al amor que le tienen todos los ciudadanos que se sacrifican por su Patria. Vale recordar, que después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó devastada y se redimió en pocos años volviendo a ser de nuevo potencia, gracias a que sus ciudadanos trabajaron un día gratis para la recuperación de Alemania.

Sobre lo anterior, nos reservamos comparar a esta extraordinaria mujer con nuestro Presidente, ya que las circunstancias locales ameritan que en nuestro medio el Presidente se destaque ostensiblemente sobre los demás.

Con este sucinto método comparativo, creemos que debemos abocarnos para que nuestro Gobierno, funcionarios, legisladores, alcaldes y hasta regidores imiten a los alemanes, para que tengamos que acudir a préstamos internacionales hasta para cubrir el Presupuesto. Por eso, terminaremos con aquellas letras sinónimas de haber desarrollado un teorema. L.q.q.d.

Tomado de hoy.com.do

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