Resulta irritante
ver la defensa del Dr. Vincho Castillo, director de la DIGEIG, al famoso
contrato del sistema de control de rayos x en los puertos del país. En su
programa semanal La Respuesta, arremetió en contra de Fernando Fernández,
Director General de Aduanas, en vista de que este último notificó que dicho
contrato no sería ejecutado. Con sus acostumbradas fabulaciones teátricas,
Vincho trata de intimidar al Director de Aduanas.
Esta actuación
del Dr. Castillo constituye una falta de ética enorme y grotesca. Esto así, por
una simple razón; dicho contrato de los rayos x fue otorgado a una empresa de
la cual un cercano pariente del Director de Ética, Salomón Melgen, es de los principales
accionistas. ¿Se encuentra Vincho ejerciendo presión por los intereses
económicos de su familiar? Si en República Dominicana hubiera respeto a la institucionalidad y existiera realmente
un gobierno honrado, como ha pregonado el Presidente Medina, lo mínimo que
hubiera sucedido hubiese sido la destitución de este señor de su cargo… Manos a
la obra.
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