La
desfachatez del partido gobernante es cada vez menos tolerable. Se encuentran
tratando de menospreciar y desprestigiar la avalancha de protestas surgidas en
contra de la Reforma Tributaria. ¿Qué si son jóvenes?, ¿si son políticos?, ¿si
son esto o son aquello? Pues son dominicanos ejerciendo sus derechos
constitucionales, quienes respetan la ley, lo que aquellos llamados a cumplirla
desde sus funciones públicas no hacen. Tal es el caso de Leonel Fernández,
quien se encargó de violar y hacer violar leyes por sus colaboradores.
Las
manifestaciones que a diario se están realizando tanto local como
internacionalmente son legítimas. El pueblo ha despertado de la pesadilla
morada y exige responsabilidades para quienes han ocasionado el mayor déficit
fiscal en la historia del país. Déficit provocado entre otras tantas
irregularidades precisamente por violaciones a la ley para beneficiar un grupo
de insaciables, como también por el abuso del Presupuesto de la Nación para
continuar al frente de la dirección del Estado, robándose las pasadas
elecciones pues tenían claro que de otra manera no podían contra la voluntad
popular.
Aquí lo
ilegítimo es el gobierno, la manipulación que el presidente del PLD quiere dar
al tema del hoyo fiscal, la defensa que quienes se sirvieron del dinero del
pueblo hacen al gobierno del profesor Fernández. Las grandes mayorías, al ver
que las instituciones no funcionan, ya que todas responden a los intereses de
la corporación económica, han decidido luchar para hacerse respetar.
La
manipulación de datos se le ha desmontado a quien por tres ocasiones dirigió el Estado, y parece que aún hoy día
lo sigue haciendo.
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