El Estado debe ofrecer confianza, seguridad, paz y equidad
La sociedad dominicana vive la incertidumbre ante el sometimiento al Congreso
desde el Poder Ejecutivo del paquete de reforma fiscal. La discusión se maneja
desde una visión sesgada de la realidad social y económica de nuestro país. Se
excluye a la población de participar en las decisiones sobre su bienestar y sus
condiciones de vida.
La reforma fiscal se reduce a números, estadísticas, porcentajes e incrementos de cargas impositivas, todos conceptos que no domina la mayoría de la población, siendo la principal afectada.
La mirada a la reforma debe trascender lo económico y enfocarse hacia sus efectos sociales. Estas medidas afectarán la paz social, seguridad ciudadana, cohesión social y convivencia cotidiana de todas las personas que habitamos este país.
La cohesión social es uno de los ejes principales de la Estrategia Nacional de Desarrollo “una sociedad cohesionada con igualdad de oportunidades y bajos niveles de pobreza y desigualdad”. (END 2010: 78)
Para que exista cohesión social debe el Estado ofrecer a la población relaciones de confianza, seguridad, paz y equidad. “El aumento de la confianza de la ciudadanía en las instituciones facilita el logro de pactos o contratos sociales para respaldar políticas pro-equidad y pro-inclusión”. (CEPAL 2007: 70).
La confianza es una pauta social que se construye en las relaciones entre el Estado y la población. En la medida en que las instituciones y los gobernantes se desempeñen desde un ejercicio transparente logran que la población adquiera confianza en su accionar, creándose las condiciones para un pacto social hacia la gobernabilidad.
En el caso dominicano esta confianza se ha ido deteriorando por la inexistencia de un ejercicio transparente de la administración pública. La corrupción, impunidad, violación a los derechos ciudadanos, complicidad con las redes delictivas, son parte de la dinámica cotidiana que envuelve el quehacer gubernamental de lo macro a lo micro. Se le niega a la población el derecho a la información (a pesar de la ley de acceso a información pública) sobre las causas del déficit fiscal y sus responsables. ¿Cómo puede haber confianza?
Así, se espera que la sociedad dominicana acepte un paquete de medidas que deteriorará las condiciones socio-económicas de la población. A su vez tendrá graves consecuencias en la interacción social con un incremento de la inseguridad ciudadana, violencia social, violencia de género; por la disminución de las libertades, oportunidades y el aumento de la impotencia, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza.
Le conviene al gobierno y a los/as legisladores/as poner el oído en la población que lo eligió y que se supone que representan para que no se afecte la gobernabilidad y la cohesión social.
La reforma fiscal se reduce a números, estadísticas, porcentajes e incrementos de cargas impositivas, todos conceptos que no domina la mayoría de la población, siendo la principal afectada.
La mirada a la reforma debe trascender lo económico y enfocarse hacia sus efectos sociales. Estas medidas afectarán la paz social, seguridad ciudadana, cohesión social y convivencia cotidiana de todas las personas que habitamos este país.
La cohesión social es uno de los ejes principales de la Estrategia Nacional de Desarrollo “una sociedad cohesionada con igualdad de oportunidades y bajos niveles de pobreza y desigualdad”. (END 2010: 78)
Para que exista cohesión social debe el Estado ofrecer a la población relaciones de confianza, seguridad, paz y equidad. “El aumento de la confianza de la ciudadanía en las instituciones facilita el logro de pactos o contratos sociales para respaldar políticas pro-equidad y pro-inclusión”. (CEPAL 2007: 70).
La confianza es una pauta social que se construye en las relaciones entre el Estado y la población. En la medida en que las instituciones y los gobernantes se desempeñen desde un ejercicio transparente logran que la población adquiera confianza en su accionar, creándose las condiciones para un pacto social hacia la gobernabilidad.
En el caso dominicano esta confianza se ha ido deteriorando por la inexistencia de un ejercicio transparente de la administración pública. La corrupción, impunidad, violación a los derechos ciudadanos, complicidad con las redes delictivas, son parte de la dinámica cotidiana que envuelve el quehacer gubernamental de lo macro a lo micro. Se le niega a la población el derecho a la información (a pesar de la ley de acceso a información pública) sobre las causas del déficit fiscal y sus responsables. ¿Cómo puede haber confianza?
Así, se espera que la sociedad dominicana acepte un paquete de medidas que deteriorará las condiciones socio-económicas de la población. A su vez tendrá graves consecuencias en la interacción social con un incremento de la inseguridad ciudadana, violencia social, violencia de género; por la disminución de las libertades, oportunidades y el aumento de la impotencia, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza.
Le conviene al gobierno y a los/as legisladores/as poner el oído en la población que lo eligió y que se supone que representan para que no se afecte la gobernabilidad y la cohesión social.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos saber sus comentarios bajo la etiqueta de Anónimo, no olvide su nombre y su correo electrónico al final del mismo. Sin nombre y sin correo electrónico no publicaremos comentarios. Absténgase de comentarios ofensivos e inapropiados.
El Administrador.