En la actualidad, el escenario de la oposición política está abandonado, tanto por el principal partido de oposición, el Revolucionario Dominicano, como por los cuatro partidos minoritarios que fueron a las elecciones pasadas.
Después de un largo proceso de distanciamiento, tanto de los diversos intereses de la sociedad dominicana como de sus propias bases, sumado a un progresivo deterioro de su propia institucionalidad,el PRD se encuentra secuestrado por personeros que responden a su principal adversario político, el Partido de la Liberación Dominicana, PLD.
Hoy el reto del PRD es construir la solución a su crisis junto con sus bases partidarias, devolviéndoles a estas su papel protagónico. Pero una solución que no puede esperar la convención; más bien, la convención solo sería posible luego de sacar a Miguel Vargas Maldonado del juego político dentro del PRD.
Por otro lado, los cuatro partidos políticos que concurrieron a las elecciones, se encuentran inmersos en procesos internos, sin mirar un acontecer nacional que demanda su atención.
Dominicanos por el Cambio, partido que dirige Eduardo Estrella, se reorganiza, mientras Alianza País y su presidente Guillermo Moreno recogen firmas para volver a obtener el reconocimiento de la Junta Central Electoral, JCE luego de perderlo en las elecciones pasadas.
El Partido Alianza por la Democracia, organización presidida por Max Puig, quien retuvo la presidencia de esta en las elecciones internas que se llevaron a cabo este lunes 21 de enero, está en un proceso de recomposición interna.
El Frente Amplio todavía no ha dado señales, luego de que su candidato a la presidencia en el certamen presidencial pasado reconociera públicamente su responsabilidad por la baja votación obtenida.
Entiendo que los cuatro partidos mencionados cometen un error al apartarse del escenario público, esperando fortalecerse para actuar políticamente, ya que es justamente la acción política cotidiana, en defensa de la sociedad, lo que puede elevar su aceptación en la población votante.
Danilo Medina sigue implementando la política de endeudamiento del gobierno pasado. La diferencia es que esta deuda es legal, pero no sostenible. Así también continúan las presentes autoridades la política de fusilamientos a jóvenes vinculados con la delincuencia.
Todo esto pasa porque Danilo Medina está gobernando solo, sin una oposición democrática.
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