Versión en español de Iván Pérez Carrión/Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La ambición de Leonel Fernández, quien buscaría un nuevo mandato en 2016, podría socavar los esfuerzos del presidente Danilo Medina para impulsar el programa de reformas que necesita la República Dominicana, advierte un informe de J. P. Morgan.
El informe, denominado “Investigación de Mercados Emergentes de América Latina, República Dominicana: notas de viaje –Voluntad para mantener firme el “ajuste fiscal”, sostiene que aunque los riesgos para la estabilidad política son bajos y que el panorama electoral a corto plazo está despejado, la influencia del ex presidente Leonel Fernández, dentro del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y su ambición de volver a la Presidencia de la República, afectan la capacidad del presidente Danilo Medina para buscar el apoyo necesario para su plan de reformas.
“Los riesgos para la estabilidad política siguen siendo bajos; el panorama electoral a corto plazo está despejado. El presidente Danilo Medina disfrutará de una mayoría de dos tercios en el Congreso hasta las elecciones generales de mayo de 2016, que en principio deberá respaldar la aprobación de las reformas”, expone.
“Sin embargo, el ex presidente Leonel Fernández sigue siendo una figura muy poderosa dentro del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y muchos expertos locales creen que su ambición de buscar un nuevo mandato presidencial en 2016 podría socavar la capacidad de Medina para movilizar el apoyo a su programa de reformas”, advierte.
Sobre el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que debía ser el principal partido de oposición, J. P. Morgan señala que está en medio de una lucha interna por el poder y continúa estando profundamente fragmentado, lo que plantea una amenaza para la gobernabilidad en esta etapa.
A continuación el breve informe de J.P. Morgan, en una traducción libre:
Investigación de Mercados Emergentes de América Latina, República Dominicana: notas de viaje –Voluntad para mantener firme el ajuste fiscal
“Visitamos Santo Domingo la semana pasada y nos reunimos con representantes del Gobierno, el Banco Central, los bancos comerciales, corredores/agentes de ventas, organismos multilaterales, empresas eléctricas, empresas locales, y consultores económicos y financieros. A continuación, resumimos los puntos clave de nuestros encuentros.
“Los riesgos para la estabilidad política siguen siendo bajos; el panorama electoral a corto plazo está despejado. El presidente Danilo Medina disfrutará de una mayoría de dos tercios en el Congreso hasta las elecciones generales de mayo de 2016, que en principio deberá respaldar la aprobación de las reformas.
“Sin embargo, el expresidente Leonel Fernández sigue siendo una figura muy poderosa dentro del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y muchos expertos locales creen que su ambición de buscar un nuevo mandato presidencial en 2016 podría socavar la capacidad de Medina para movilizar el apoyo a su programa de reformas.
“Mientras tanto, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el principal partido de la oposición, está en medio de una lucha interna por el poder y continúa estando profundamente fragmentado, lo que plantea una amenaza para la gobernabilidad en esta etapa.
“El crecimiento disminuirá considerablemente en 2013 para fortalecerse en 2014. Un crecimiento real del PIB de sólo 0.3% en el primer trimestre del 2013 llevó al banco central y al Gobierno a anunciar medidas -como la reducción de las tasas de interés, una inyección considerable de liquidez y el aumento de la inversión pública- para estimular la actividad económica y aumentar la demanda de crédito.
“A pesar de los mejores esfuerzos de las autoridades, la mayoría de los consultados cree que para todo el año 2013 el crecimiento es poco probable que alcance el 3.0% proyectado oficialmente, pero también ven el 2.0% estimado por el FMI como demasiado conservador. De esa manera, el nuevo consenso del mercado para el crecimiento en el año 2013 parece estar en algún punto en torno al 2.6%, en línea con nuestras expectativas.
“Mirando al futuro, los modelos actualizados indican un crecimiento a punto de superar el 5% en 2014, cuando se reciban nuevos aportes mineros y el consumo público levante, que es el doble de tasa de este año, pero aún por debajo del potencial del 5.9% estimado por el FMI.
“La mejoría en las reservas de divisas mitiga el riesgo del tipo de cambio (FX). En gran medida impulsado por la emisión de US$1,000 millones de una oferta global de bonos en abril, las reservas internacionales netas aumentaron casi un 20%, a US$3.8 mil millones en el primer trimestre de 2013, y la meta oficial pide a cerrar 2013 en US$4 mil millones (6,6% del PIB proyectado), el nivel histórico más alto, sin embargo, sigue siendo relativamente bajo para los estándares internacionales.
“Mientras que el peso dominicano (PD) ya se ha depreciado 4.4% en lo que va de año, más de la depreciación del 4.1% que registró en todo el 2012, las autoridades atribuyen gran parte del reciente debilitamiento a factores exógenos (elevada incertidumbre en los mercados financieros globales, la fortaleza del US$) y mantienen la confianza en que el tipo de cambio cerrará 2013 a menos de 43 pesos por dólar, registrando una depreciación acumulada de alrededor de 6% este año.
“En general, las autoridades han favorecido la moderada depreciación del tipo de cambio en aras de mejorar de la competitividad de las exportaciones nacionales y creen que el riesgo de cambio continuará siendo mitigado por una mejora en la posición de las reservas internacionales. Las autoridades, que sólo manejan el cambio de divisas para reducir la volatilidad y mantener contenidas las expectativas, creen que el tipo de cambio está alineado con los fundamentos del país.
“La consolidación fiscal sigue su curso. Los resultados preliminares del primer semestre de 2013 muestran un déficit de aproximadamente RD$27 mil millones (US$640 millones), lo que equivale al 1,2% del PIB proyectado para todo el año 2013. La cifra parcial sitúa el déficit en camino de cumplir el objetivo RD$70 mil millones (US$1,7 mil millones), equivalente al 2.8% del PIB proyectado, con relativa facilidad.
“Si se alcanza el objetivo, representaría un ajuste masivo del 6.6% del déficit del PIB del gobierno central registrado en 2012. La mejora significativa sería el resultado de la combinación de las reformas fiscales, la limitación del gasto, y la renegociación de un contrato con Barrick Gold (ver abajo). El Gobierno aspira a reducir el déficit fiscal al 1.5% del PIB en 2014, 1.0% en 2015 y cero en 2016.
“La renegociación del contrato de Barrick apoyará los ingresos fiscales. Se estima que la renegociación de un contrato con Barrick Gold (Canadá), cuya inversión de US$4.6 mil millones en una mina de oro subutilizada desde 2006 representa la mayor inversión única de una empresa extranjera en la República Dominicana, podría generar unos US$400 millones en ingresos para el Gobierno en el transcurso de este año.
“El nuevo contrato, que aumenta y adelanta los pagos de impuestos sobre l las exportaciones de oro, y eleva la distribución del beneficio al 51.3%, de 37.1%, para el país, se espera que aumente los ingresos fiscales en más de US$1.5 mil millones durante la duración del proyecto, más allá de los US$10 mil millones estimados en marzo pasado.
“De los aproximadamente US$1.5 mil millones en ingresos fiscales, se espera que Barrick aporte US$2.2 mil millones en 2013-16, lo que hace una contribución importante a los esfuerzos del gobierno de Medina para eliminar el déficit fiscal total al término de su mandato, en 2016.
“Los subsidios a la electricidad siguen siendo una pesada carga para las cuentas fiscales. Con pocas esperanzas de que el Gobierno aumente las tarifas de la electricidad (que no se han ajustado en más de dos años) o mejoren sustancialmente los niveles de recaudación (nadie paga por cerca del 40% de la energía generada) para reducir los grandes subsidios al sector, estos probablemente continuarán siendo una carga pesada para las cuentas públicas durante algún tiempo.
“En efecto, el Gobierno ha presupuestado US$1.05 mil millones (1.7% del PIB presupuestado) en transferencias corrientes al sector para el año 2013, una cantidad considerable estimada por cualquier medida. Sin embargo, con los precios internacionales del petróleo más elevados, que tienden a ser más altos, y pruebas preliminares en el primer semestre de 2013 que sugieren que los subsidios ya se están ejecutando un 10% por encima del presupuesto, las posibilidades de aliviar la carga de la subvención en el corto plazo son desalentadoras.
“La modificación o eliminación de Petrocaribe afectaría considerablemente las finanzas públicas. Con plazos de amortización muy largos y una tasa de interés de un modesto 1%, el esquema de financiamiento de Petrocaribe ha sido una fuente muy importante de financiamiento barato para la República Dominicana, uno de sus mayores beneficiarios.
“Desde el inicio del programa en 2005, el país ha recibido US$3.4 mil millones en préstamos de Petrocaribe, que representan más del 24% de la deuda del sector público externo no financiero.
“Mientras que el financiamiento barato ha sido una bendición para la República Dominicana en momentos de necesidad, su fuerte dependencia en este esquema podrá resultar en todo lo contrario, ya que la posible modificación de las condiciones contractuales o su eliminación completa, en medio de las crecientes restricciones fiscales de Venezuela, pudiera obligar a la República Dominicana a buscar fuentes de financiación más costosas, tales como las multilaterales o el mercado, para cubrir sus necesidades, lo cual ejercería una presión indebida sobre sus finanzas públicas.
“El reciente aumento de la carga de la deuda pública descalifica a la República Dominicana como un país de deuda baja. La ampliación de los déficits fiscales y las elevadas obligaciones del servicio de la deuda han llevado a que la deuda pública no financiera se triplique en términos nominales a US$22.2 mil millones y a que se duplique en términos relativos a un 37% del PIB.
“Aunque se espera que déficit fiscales más bajos y la consiguiente disminución de las necesidades de financiación moderen el aumento de la carga de la deuda pública, República Dominicana ya no puede presumir de ser un país de deuda baja, con su carga de deuda ahora en línea con la media tanto de América Latina como del universo de los mercados emergentes, en general.
“Un fuerte aumento de las exportaciones de metales reducirá el déficit de la cuenta corriente; el aumento de los flujos del turismo y de las remesas también ayudará.
“Después de la contracción hasta un 6.8% del PIB en 2012, del 7.9% en 2011, se espera que el déficit de cuenta corriente se reducirá a alrededor del 4.5% del PIB, cuando las exportaciones de ferroníquel y de oro aumenten considerablemente, y la afluencia del turismo y las remesas sigan creciendo (aunque modestamente), y las importaciones se contraigan este año debido a la débil demanda interna y a una disminución de las inversiones de capital. Se espera un nuevo descenso hasta el 3.7% del PIB en 2014, cuando las exportaciones estén en plena marcha y el peso relativo de las importaciones de petróleo se moderen algo.
“A pesar de la moderación después de un impulso único en 2012, los flujos de IED seguirán siendo sustanciales.
“Después de entradas de inversión extranjera directa (IED) extraordinariamente fuertes en 2012, cuando la cifra llegó a casi US$3.6 mil millones de dólares (6.1% del PIB), apoyadas en gran medida por la adquisición extranjera de una empresa cervecera local, se pronostican flujos más moderados, pero todavía considerables, para los años venideros. “Se espera que la IED alcance los US$2 mil millones (3.4% del PIB proyectado) en 2013, y que promedie más de US$2.4 mil millones (3.7% del PIB proyectado) entre 2014 y 2017.
“Es poco probable que el Gobierno busque un nuevo acuerdo de préstamo del FMI en el corto plazo. Dado el grado de condicionalidad (sobre todo en el frente del sector eléctrico), que se podría suponer, la mayoría de los observadores locales creen que no es muy probable que el gobierno de Medina busque un nuevo acuerdo de préstamos con el FMI, como un Acuerdo Stand-By, al menos en el corto plazo.
“El único escenario para un acuerdo que vaya más allá de la actual supervisión post-programa (PPM) que parece plausible es uno en el cual el Gobierno se queda sin alternativas de financiamiento por la eliminación del esquema de Petrocaribe.
“Sin embargo, incluso en esas circunstancias, un nuevo acuerdo probablemente se negociará en la línea de los programas del FMI tradicionales, que generalmente no proporcionan apoyo presupuestario, por lo que es difícil para el Gobierno asegurar un nuevo programa sin ofrecer garantías adecuadas de que los desembolsos no serían utilizados solamente para financiar el déficit fiscal”.
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